domingo, 22 de diciembre de 2013

El ROSTRO LLOROSO DE MI MAESTRA

Aprendí a leer gracias a Gema Nolasco, mi maestra, joven y guapa. Ella no se me olvida por un hecho que ocurrió un día de clases.
Una mañana, el maestro Efraín Ortiz, Director de la Escuela, entró al salón y por algo que no escuché muy bien, pero por los gestos y ademanes, supimos que la estaba regañando. En tanto, nosotros nos entreteníamos con la tarea de m  a  ma, m e me, y así sucesivamente. Cuando me acerqué a la mesa de la maestra para que me calificara la tarea, vi sus ojos llorosos y fue como si una espina se me clavara dentro del pecho.
Nunca pude olvidar ese rostro lloroso de mi maestra.

1 comentario:

  1. Hola, me encantó su historia ya que reconozco el nombre de su maestra, Gema Nolasco, es mi tía abuela. Mi papá es originario de La Blanca Oaxaca, hijo de Héctor Toledo y Esperanza Nolasco, que en paz descansen.
    Tía Gema vive actualmente en la capital de Oaxaca, le va a gustar mucho cuando le cuente esta corta pero gran historia encontrada en la red. Un abrazo y ojalá me responda para tener contacto.

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