tag:blogger.com,1999:blog-11659872507212405482024-03-08T03:34:08.517-08:00HISTORIA DE LA BLANCA, OAXACA.Escribir la historia y la cultura de este pueblo oaxaqueño, ubicado en el municipio de Ingenio Santo Domingosamuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.comBlogger20125tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-66213723258705690592014-02-23T18:39:00.002-08:002014-02-23T18:39:43.220-08:00<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj66_6NfN807oYalrSw9rMNyqjNTIUjNMn6feE5Bk2gIWBiX-55aSWN1LVT885LzCk0tD4H_127GerpJkn3jK-DQE7mZEUgQI2VbVqeVzJAuMBveBISNOLH-VtDZgWoohsjDM9uIJvUtAo/s1600/Potrero+por+el+panteon.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj66_6NfN807oYalrSw9rMNyqjNTIUjNMn6feE5Bk2gIWBiX-55aSWN1LVT885LzCk0tD4H_127GerpJkn3jK-DQE7mZEUgQI2VbVqeVzJAuMBveBISNOLH-VtDZgWoohsjDM9uIJvUtAo/s1600/Potrero+por+el+panteon.jpg" height="480" width="640" /></a></div>
<br />
Potrero junto al Panteón de la Blanca</div>
samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-38036653456302711102014-02-21T15:08:00.001-08:002014-02-26T08:36:21.137-08:00Caballo Prieto Azabache Pelicula Completa Parte 1<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="//www.youtube.com/embed/29V7AZ9O-qA" width="459"></iframe><br />
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Estas películas podías verla en el Cine de Vito Pelón, allá en los años sesenta. El cine no era más que una pared encalada de blanco. Unas filas de asientos de madera desde donde disfrutabas la película, que por supuesto, de días antes ya se había anunciado a través de las bocinas. El que pasaba las cintas era mi tío Antonio Enriquez, esposo de Elvia García García. Él se encumbraba en una torre de madera frente a la pantalla encalada, prendía el equipo de proyección y comenzaba la función.</span></div>
samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-59625346092599943662014-02-21T14:40:00.001-08:002014-02-26T08:40:24.742-08:00juan guerrero(los tigres del norte)<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="//www.youtube.com/embed/9fho1sN3CO4" width="459"></iframe><br />
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">En los años sesenta, en las bocinas de La Blanca, canciones de este tipo anunciaban que un día nuevo sucedía y que fulana de tal había matado cochino, o tenía carne de res, y que pasaran por su "cochito". Que tenían queso fresco. Todavía no se anunciaban las tortillas, porque éstas se echaban a mano, y los molinos que existían eran para moler el maíz, que luego las mujeres, con la masa conseguida hacían memelas y totopos.</span></div>
samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-15920529233878277072014-02-21T14:07:00.001-08:002014-02-21T14:07:30.677-08:00CORNELIO REYNA (ME CAI DE LA NUBE)<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="//www.youtube.com/embed/TQwcLQPSQKc" width="459"></iframe>samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-61716747254486537102014-02-21T13:49:00.001-08:002014-02-21T13:49:33.150-08:00Nereida de danzón<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="//www.youtube.com/embed/vBDF4kjLZ5o" width="459"></iframe>samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-57479785674919301162014-02-21T13:46:00.000-08:002014-02-26T08:44:22.506-08:00LAS BODAS EN LA BLANCA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Samuel Pérez García<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-gbtGHUi5BSKBrWegT4QcR5A_4cyH1Afnx4OjjqcIhzP-lTU3uKSIBS14GZMv8eaXP5iLxnVFw23eGuhNhY-P0XFEUrkyImYVEg4tYzR2Sx6Cn2XADhQ8GH7XQYmwIc9EgpWmE9ndywY/s1600/Iglesia+La+Blanca+Oaxaca.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-gbtGHUi5BSKBrWegT4QcR5A_4cyH1Afnx4OjjqcIhzP-lTU3uKSIBS14GZMv8eaXP5iLxnVFw23eGuhNhY-P0XFEUrkyImYVEg4tYzR2Sx6Cn2XADhQ8GH7XQYmwIc9EgpWmE9ndywY/s1600/Iglesia+La+Blanca+Oaxaca.jpg" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Iglesia de La Blanca, casi enfrente estaba la cantina de doña Licha</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Atrás de la Iglesia está la escuela primaria Ricardo Flores Magón.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; line-height: 115%;">Las bodas me gustaron
cuando era niño porque comías un estofado de res, dulzón y sabroso, servido en
molcajetes de barro. Porque los adultos podían bailar al son de la Marimba de
Felipe Robles o de algún orquesta traída de Ixtaltepec o de algún lugar
cercano.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; line-height: 115%;">Me gustaba porque no había
salón especial, sino que para eso servía la calle o el patio de quien
festejaba. En el lugar elegido, se colocaba una enramada de palma, fresca y
olorosa. El piso de barro bien regado, donde los bailadores sacaban sus mejores
pasos, que en aquella vez no había mucho que dar a conocer. Y aunque a la
ciudad ya había llegado la onda del hanky panky, de la música a gogó, en La
blanca todavía seguían escuchando las rancheras de Cornelio Reyna. “me caí de
la nube más alta/ como a veinte mil metros de altura”…</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; line-height: 115%;">En esa época se colocaban
las sillas a la orilla de toda la enramada; de un lado las mujeres solteras y
de otros los galanes. Era cuestión de echarle el ojo alguna para sacarla a
bailar, que si te aceptaba, se podría decir que ya estaba todo, lo demás era
cuestión de espera y oportunidad.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; line-height: 115%;">Conquistada tu pareja, o
bien te daban permiso, o bien te la llevabas al río. Si sucedía lo último,
luego mandabas a tu chagoola, una especie de padrino que anunciaba lo ocurrido
y frente al hecho, no había más que tronar los cuetes, o pagarla como sucedía a
veces. Pagarla no era que la compraras, sino que era el precio de la dote por habértela
llevado sin consentimiento de la muchacha, o bien porque ella ya se hubiera
arrepentido.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; line-height: 115%;">Volviendo al caso de la
enramada puesta y arreglada, la música de marimba ponía todo su repertorio al
servicio de los convidados, quienes comían y recibían una o dos cervezas. Si
querían más tendrían que conseguirlas con las famosas taberneras o venteras, o
tal vez irse con José “La Picha” o con doña “Licha”. José vivía ahí en la calle
Hidalgo, casi junto a donde un día vivió mi tía Anastasia Toledo García, casa
que ahora ya no es de ella, sino de don Chano Ríos Antonio y su esposa Adelfa
Pérez. Doña Licha tuvo su puesto de cerveza casi frente a la escuela primaria
Ricardo Flores Magón.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; line-height: 115%;">Asimismo, eran estas
venteras las que vendían tu cartón de cerveza con la cual te tenías que
presentar en la fiesta, una especie de obsequio otorgado a los convidantes. Si
eras convidado, entonces, había una mesa de recepción a donde pasaban los
convidados a dar su aportación económica para los novios. Él o los de la mesa
llevaban un cuaderno donde iban anotando el nombre del aportador y la cantidad
entregada. Cuando el convidado celebrara alguna fiesta, entonces el que ahora
recibía tenía que devolver ese obsequio. Así se estilaba en aquellos años
sesenta en La Blanca.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; line-height: 115%;">Al sonar la marimba de
Felipe Robles, una música de Nereida se dejaba escuchar y los bailadores se
presentaban frente a las muchachas para invitarlos a bailar. Si aceptaban se podía</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; line-height: 115%;"> tomarlas de la mano para llevarla al centro de la pista: ya en el ruedo, rodearle
la cintura y empezar a girar al ritmo de la melodía, como si la única
superficie fuera un cuadrado reducido.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; line-height: 115%;">Uno de los sucesos más notables de esa boda era el baile del mediu zhiga (jícara en zapoteco), que consistía en que las mujeres salían a bailar con un cantarito en la cabeza, a cuyo fin de la pieza lo azotaban contra el piso. No sabía que simbolizaba eso en aquel tiempo, sino hasta ahora: a los convidados que aportaron dinero a la mesa se le entrega un cantarito, cuando suena el son con el cual se baila, salen las mujeres bailando, pero no deben permitir que les rompan su cántaro, porque entonces tendrán que volver a cooperar. Una vez termina el baile, las mujeres rompen su cantarito al pie de los novios como signo de parabienes que se les desea a los novios.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><span style="line-height: 18.399999618530273px;"><br /></span></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; line-height: 115%;">Me gustaba porque mientras
ellos bailaban nosotros jugábamos a lo que fuera, o simplemente a comer las
empanadas de leche o las regañadas que afuera de la boda vendían, porque los
hombres, en tanto, tomaban sus cervezas. También hacían dulce de coyol, o de
limones o chilacayota, de todo se podía encontrar en una fiesta de La Blanca.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large; line-height: 115%;">La última boda a la que
asistí siendo niño fue cuando se casó mi maestra Gema Nolasco, y de esa fiesta recuerdo que
Leticia Robles, la hija de Felipe Robles, el marimbero, que creo que todavía
vive, leyó el famoso epitalamio. En aquel entonces yo ya andaba, creo, en el
tercero de secundaria, pero no en La Blanca, porque antes no había ese nivel de
estudios en el pueblo, sino en el lejano Puerto México, pero en las vacaciones
siempre llegábamos con mi madre, doña Flavia García, a limpiar la casa y pasar
unos días en este pueblo, donde quedó enterrado mi ombligo.</span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<br />
<ol>
</ol>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-49448025273805623902013-12-22T19:06:00.000-08:002013-12-22T19:06:31.568-08:00El ROSTRO LLOROSO DE MI MAESTRA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Aprendí a leer gracias a Gema Nolasco, mi maestra, joven y guapa. Ella no se me olvida por un hecho que ocurrió un día de clases.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Una mañana, el maestro Efraín Ortiz, Director de la Escuela, entró al salón y por algo que no escuché muy bien, pero por los gestos y ademanes, supimos que la estaba regañando. En tanto, nosotros nos entreteníamos con la tarea de m a ma, m e me, y así sucesivamente. Cuando me acerqué a la mesa de la maestra para que me calificara la tarea, vi sus ojos llorosos y fue como si una espina se me clavara dentro del pecho.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Nunca pude olvidar ese rostro lloroso de mi maestra.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-37854180589021171552013-12-22T18:47:00.001-08:002013-12-22T18:47:21.571-08:00<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW2yoWRrqLJStxKPMkTUfIfXk-mfoyzfkeCScaNW_L52qZ4yYw7FfVMfmb3BEu_4YqkVORwaYKFwbjPyCMJvpiAuFtelb-kXJjStiFy99uaR9VRgTfBiKnbUPjNCZNU9lixACurEn597w/s1600/Calle+hidal.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW2yoWRrqLJStxKPMkTUfIfXk-mfoyzfkeCScaNW_L52qZ4yYw7FfVMfmb3BEu_4YqkVORwaYKFwbjPyCMJvpiAuFtelb-kXJjStiFy99uaR9VRgTfBiKnbUPjNCZNU9lixACurEn597w/s640/Calle+hidal.jpg" width="640" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">CALLE HIDALGO, todavía no está pavimentada. La pavimentación del pueblo comenzó a partir del Gobierno de Ulises Ruiz, (2004-2010)que de la noche a la mañana, para evitar que lo defenestraran por la represión que había causado al magisterio oaxaqueño y el levantamiento que hubo por parte de los pueblos de los Valles Centrales, mandó a pavimentar las comunidades, pero metió pavimento pero sin drenaje. Así que muchas calles de La Blanca tienen calles pavimentadas, pero carecen de drenaje.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-4605863292311915222013-12-22T18:35:00.003-08:002013-12-22T18:38:51.440-08:00EL RIO DE LA BLANCA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgjj1-05u6ICfWTOyrFI2Zs5Lj4TTsAl4Ok9DCIvNSJwXJedZpnTjbQz8bCQvMfNjzjMCt0qdi1D724O25Vw2btUzOVfMb89s0yHxJD6sl-gn7espwiLoU1730TW2-srUWBshr9i7VwBU/s1600/Rio+la+blan.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgjj1-05u6ICfWTOyrFI2Zs5Lj4TTsAl4Ok9DCIvNSJwXJedZpnTjbQz8bCQvMfNjzjMCt0qdi1D724O25Vw2btUzOVfMb89s0yHxJD6sl-gn7espwiLoU1730TW2-srUWBshr9i7VwBU/s640/Rio+la+blan.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKhU1ZSHgs2ZqD7fZGpWllQx3LaJwbJlVXT2TaQgxDEG-nA5G2Ow3if2gb-RwPTz_tQ5-Srrs7nMSqc-HO4WWde_jdvNXYnY8ZC_he9hDXfEED2y3PzmF2vhoRc69gOiTa2J3n_GaR6nE/s1600/Rio+la+blanca.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKhU1ZSHgs2ZqD7fZGpWllQx3LaJwbJlVXT2TaQgxDEG-nA5G2Ow3if2gb-RwPTz_tQ5-Srrs7nMSqc-HO4WWde_jdvNXYnY8ZC_he9hDXfEED2y3PzmF2vhoRc69gOiTa2J3n_GaR6nE/s640/Rio+la+blanca.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOFyDbAeZj_RA8ozNA45VsuRXGRnRp2GiuTOKOxrI7onINuiQTPTNd7zCg5Fu61baPmNPqjNZzX0iR_zPkmkhhZsQzXyDaDSbII064T8fgGx-dk_-y36YdwHqQadRMiAErjKQzqrXAp18/s1600/Sria+en+el+rio.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOFyDbAeZj_RA8ozNA45VsuRXGRnRp2GiuTOKOxrI7onINuiQTPTNd7zCg5Fu61baPmNPqjNZzX0iR_zPkmkhhZsQzXyDaDSbII064T8fgGx-dk_-y36YdwHqQadRMiAErjKQzqrXAp18/s640/Sria+en+el+rio.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">El río de La Blanca, era caudaloso en agosto, septiembre y octubre. Va formando meandros en todo su recorrido. Viene desde muy arriba de la sierra y va pasando por cada comunidad. Un habitante de Las Conchas, me dijo que propiamente no es un río, sino un arroyo y que por eso solo tiene agua en época de lluvia. Lo cierto es que en ese río se bañó toda una generación de niños de los años 60, muchos de ellos ya muertos. Así como esta niña, mi hija Siria Yared Pérez Matus, disfruta el agua, así lo disfrutamos los antiguos habitantes de este pueblo asentado en un llano, bajo la sierra de Los Chimalapas. (las fotos fueron tomadas en diciembre del 2013, y corresponden al camino que conduce al panteón del pueblo) Samuel Pérez García,</span></div>
</div>
samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-79571285452690376252013-12-22T18:27:00.002-08:002013-12-22T18:39:15.846-08:00Camino vecinal en Cheguigo.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKHAQ_B6HtCfbliS25LZ_iUjIbJVdKW_2v6Wwiu863EyCRZdByNcevCYmXJGJl3DbTOSTf1L1I6eaZppVUpkou1vhS8vAavJiFIhgAzjTsp2M_byqDgaL3pbgwuUPQBRjo8LbQLgK7kJk/s1600/Cheguigo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKHAQ_B6HtCfbliS25LZ_iUjIbJVdKW_2v6Wwiu863EyCRZdByNcevCYmXJGJl3DbTOSTf1L1I6eaZppVUpkou1vhS8vAavJiFIhgAzjTsp2M_byqDgaL3pbgwuUPQBRjo8LbQLgK7kJk/s640/Cheguigo.jpg" width="640" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Calle de Cheguigo. La casa de la barda es de Amado Antonio. Desde luego, en los años 60, esto era una vereda. Ahora que Amado Antonio le ha tocado la suerte de la fortuna, compuso esta calle, como el suscrito alguna vez, introdujo la luz del pueblo, allá por 1986. Pero no lo hice solo, sino gracias a un intercambio que se logró con los pobladores: los 120 mil pesos que costaba la introducción, los aportó el suscrito, y los vecinos cooperaron para excarvar un pozo en la casa que tuve, más adelante. Samuel Pérez García</span></div>
</div>
samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-62603979194557850612013-12-22T18:23:00.001-08:002013-12-22T18:40:20.501-08:00CALLES DE LA BLANCA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmZiNiUkMbX0PWmidbAh8tgbsQXhC93AJI7iZusuK6q8tzIURAKEMtiqX5Z9M9dgnZfpItxVLz-dX55jp3V04bReXoEVAe0IGy4TlOnbTh3MwdslGzyt4EVhRt8SowyPrKxMzdKhuv6Tg/s1600/Calle+dos+de+abril.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmZiNiUkMbX0PWmidbAh8tgbsQXhC93AJI7iZusuK6q8tzIURAKEMtiqX5Z9M9dgnZfpItxVLz-dX55jp3V04bReXoEVAe0IGy4TlOnbTh3MwdslGzyt4EVhRt8SowyPrKxMzdKhuv6Tg/s640/Calle+dos+de+abril.jpg" width="640" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Calle Dos de Abril. En esta calle estaba ubicado el cine de Vito Pelón. Ahí conocí el cine con películas de Antonio Aguilar, Luis Aguilar, Jorge Negrete, El Chicote y muchos actores que nos divirtieron a través del cine. Eran aquellos primeros años de 1960, del siglo XX. Samuel Pérez García</span></div>
</div>
samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-65132114340924960172013-12-01T19:20:00.000-08:002013-12-22T19:42:02.166-08:00<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>ANÉCDOTAS INFANTILES</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN0CEr5K0f5Ya_tCCq8im-uYu3CPypH5HnYS8fsUy62eLYPBR4rsd0zKiyRJuabdsVc4kQ895WuKxgNfSyvRFqCUY3Kgm5nKyht3-V8HWbXDFVDVLDB8NLMrdhQfF_NqE54qde1-0MNdM/s1600/Rio+dic+ls+blanca.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN0CEr5K0f5Ya_tCCq8im-uYu3CPypH5HnYS8fsUy62eLYPBR4rsd0zKiyRJuabdsVc4kQ895WuKxgNfSyvRFqCUY3Kgm5nKyht3-V8HWbXDFVDVLDB8NLMrdhQfF_NqE54qde1-0MNdM/s640/Rio+dic+ls+blanca.jpg" width="640" /></a></div>
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span>
<b>Fotografía del río, tomada a la orilla del paso a la casa de Antonio Enríquez y Petra Antonio.</b><br />
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span>
<b style="font-size: x-large;">Samuel Pérez García</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>La caída del árbol</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Por las tardes, al salir de la escuela, los niños de Cheguigo, nos encaminábamos rumbo a nuestras casas, ubicadas al otro lado del río. En una parte del camino había un árbol, no muy alto, y cuyo gusto entre los compañeritos era subirse a él y tirarse desde sus ramas hacia la arena, porque el árbol había crecido junto al cauce del río.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Motivado por lo que ellos hacían, también quise sentir la experiencia de subirme al árbol y tirarme.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Subí a la rama y me lancé al vacío, pero igual como las caricaturas del pato Lucas, caí de pansazo. Al no caer con las piernas, sentí que los ojos se me iban cerrando como si de pronto me hubiera llegado un sueño. Esa sensación duró unos segundos de tal modo que los demás niños ni cuenta se dieron. Al recuperarme del dolor que el golpe me causó, me paré, cogí mis cuadernos y decidí seguir mi camino. Nunca más me subí al árbol para tirarme. La caída había sido tan estrepitosa que ya no quise vivir de nuevo esa mala experiencia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>El poema olvidado</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Por alguna razón que no recuerdo, iendo en segundo de primaria en la escuela de La Blanca, me eligieron para que declamara un poema a la madre. Me aprendí el poema, pero se me olvidó la hora en que estaría en el evento. Cuando empecé a oír el sonido que desde la escuela estaba convocando, me arremangué los pantalones y salí corriendo hacia la escuela. Lógicamente, llegué agitado y en el mero instante en que me nombraban para pasar a declamar el poema. Era de esperar que con esos apuros, no resultó exitosa mi intervención, pues a medio verso el olvido me llegó tan intenso y por más que quise articular palabra, ya no pude, y tuve que bajarme compungido de no haberme aprendido la lección.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Tal vez algo de eso habrá de haber influido más tarde para que la poesía llegara conmigo con tal fuerza que -sin alardes propios- he de decir que me gusta y la escribo con el gusto intenso de identificarme con ella como si fuera una parte propia de mi mismo. Poeta soy y en el camino ando, tal vez por eso no se me olvida esa intervención fallida cuando tenía nueve años y vivía con mi tía Elvia García, en la antigua casa que mi madre tuvo en Cheguigo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
</div>
samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-79500451888990066492013-11-23T14:18:00.000-08:002013-11-23T14:18:08.828-08:00<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-outline-level: 1; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua","serif"; font-size: 14pt; layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">LA
BLANCA DE AQUEL ENTONCES.<o:p></o:p></span></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua","serif"; font-size: 14pt; layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Samuel Pérez García.<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua","serif"; font-size: 14pt; layout-grid-mode: line; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></a></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9byffHo9iE8tEsXLz1vyL3voB70hTZcHbFx9vt969tw7QUH3Xr7_5zloqlZOsvE9-A4vHeJF0xb2lIG0O4bXXQDKC750r6AYxKlLTgYRs1OKhrCv0n8Uz9Cf_BmHTPMbjQe12rnePEcc/s1600/Iglesia+La+Blanca+Oaxaca.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="215" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9byffHo9iE8tEsXLz1vyL3voB70hTZcHbFx9vt969tw7QUH3Xr7_5zloqlZOsvE9-A4vHeJF0xb2lIG0O4bXXQDKC750r6AYxKlLTgYRs1OKhrCv0n8Uz9Cf_BmHTPMbjQe12rnePEcc/s320/Iglesia+La+Blanca+Oaxaca.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua","serif"; font-size: 14pt; layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Don Emeterio iba y venía con la pachita de tigre bajo el brazo. Se paraba
en una esquina. Miraba hacia el cielo como suponiendo que fuera a llover,
aunque hubiera un sol intenso. Paraba a quienes querían escuchar la historia de
Valentín de Dios, un muchacho de ese pueblo asentado a las faldas de una
serranía azulada del istmo oaxaqueño. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua","serif"; font-size: 14pt; layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">-Yo lo viví y por eso lo debo contar, decía don Emeterio y comenzaba<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>su relato...<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: large;">Cuando Valentín de Dios despertó,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el lucero madrugador estaba en el lugar de
siempre. Desde su catre, miró la luna por un claro de la pared. Soñoliento aún,
recordó que en el sueño una mujer desnuda lo llamaba desde el lindero de su
potrero. Era de una cabellera negra y larguísima, resplandeciente con el sol
del mediodía. Varias veces le llegó ese mismo sueño durante toda la noche, y
con las mismas, despertó sobresaltado, inundado por un desasosiego, que no se
le quitó ni en la vigilia. La voz de su nana llamándolo a merendar, le
desapareció la visión.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua","serif"; font-size: 14pt; layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Apenas comió esa vez. Apuró brevemente dos tazas de café recién hervido,
se colgó al hombro su morral de memelas, el machete y el pumpo con agua. –Hoy
vengo temprano, nana –dijo al traspasar el umbral de la casa. Y se fue hacia el
sur, por la vereda del río, camino a la milpería. Muy adelante, al pasar bajo
la sombra de unos amates, sintió un escalofrío sobre su espalda. Miró hacia
arriba y vio los luceros mecerse en el firmamento. La tranquilidad de la madrugada
volvió a inquietarlo incisivamente.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua","serif"; font-size: 14pt; layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Durante toda la mañana se dedicó a la faena. Concentrado en su deber, no
sintió que el sol le fue ganando terreno. Y no se hubiera dado cuenta, si no
fuera por un siseo, que como arrastre de culebra, le pareció oír<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en intervalos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Volteó por donde creyó escucharlo, pero no
vio nada. Es idea mía –pensó. Siguió cortando el monte, mojándose del sudor que
le resbalaba por la frente y los brazos, humedeciéndole su camisa de popelina blanca.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua","serif"; font-size: 14pt; layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Cuando creyó haber dado la última tarascada, hizo un descanso breve.
Levantó su vista hacia el sol y se quedó momentáneamente enceguecido. En eso
oyó de nuevo el lejano siseo, pero ahora más intermitente. Mantuvo abierto los
ojos como para cerciorarse de que no dormía, que todo era producto de la
imaginación y la resolana. El siseo siguió insistente, trastornándolo. Quiso
aguantar un poco más la tentación de voltear, pero ésta lo ganó. Giró en media
vuelta por donde el sonido provenía. Lo que vio casi lo derrumba.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: large;">Una mujer desnuda, parada en el límite de la cerca,
lo llamaba. Una cabellera negra y larga le bajaba hasta las caderas redondas,
semiocultas entre los espinales. Con el sol, la piel blanca fulguraba<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>como las piedras lisas en medio del camino.
Ella extendió los brazos en franca invitación. Él apenas lo percibió entre su
asombro y el sopor. Sorprendido como estaba, Valentín de Dios cerró los ojos
como para percatarse de que lo visto únicamente era el recuerdo del sueño
anterior. Pero el siseo siguió hostigándolo. Lo oía como los quejidos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de una mujer en clímax. Oyó también el volar
de las calandrias y el piar incesante que hacen al construir sus nidos. Eso
creía, cuando abrió los ojos de nueva cuenta. Y entre la confusión y la
somnolencia, dio el primer paso en busca de la mujer, que dejaba asomar por
entre los bejucos, sus erguidos pechos.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua","serif"; font-size: 14pt; layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Rumbo a su encuentro con ella, Valentín de Dios sintió que su cuerpo se
aflojaba y que la distancia se acortaba más y más. A casi un paso de la mujer,
le pudo notar el nerviosismo de sus pezones, que relucían entre el ramal y la
hojarasca. Él estiró sus manos, temblorosas ante el inminente roce. Clarito
sintió cómo la fue acariciando, cómo le revoloteó los cabellos que se dejaron
atrapar entre sus manos ásperas. Cuando la mujer le dio la espalda, Valentín de
Dios conoció la suavidad de sus caderas en el arco de su entrepierna. Para ese
instante su respiración comenzó su cabalgata brusca, intensa.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Aspiró el aroma de monte y perejiles, que
ella le ofreció bajo la sombra de unos tamarindos. Y se grabó en la memoria, la
sonoridad de su risa: sus quejidos como de gata en brama bajo la luna llena.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: large;">Valentín de Dios ignoró el tiempo que pasó al lado
de la mujer. Tampoco se dio cuenta, si caminó alguna<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>distancia, pero el día que lo encontraron,
apareció por los cerros que están al norte del poblado. Llegó sin huaraches y
sin camisa, lleno de rasguños en el cuello y en el pecho, ardiente por una
calentura que lo mantuvo en cama durante varios días.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Dicen que en sus últimos delirios, lo
acompañó una sonrisa larga y dulce, que ni el padre Miguel pudo desbaratar con
sus oraciones.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua","serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Un día de esos, mientras duraba en cama, como a la
media noche, don Emeterio dijo haber visto salir de la casa del enfermo a una
mujer de cabellera larga y negra. Le llamo la atención por la túnica blanca que
vestía. Caminaba a saltitos, como si en lugar de pisar la tierra, la
sobrevolara. La pudo ver porque la luna esa noche estaba llenita, con una luz
tan intensa que alumbraba todos los agujeros, hasta los del alma.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua","serif"; font-size: 14pt; layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">-“Verdad de Diosito lindo que no estaba borracho. Así como se los cuento,
así la vi”. Les decía a los demás durante el velorio y los días por venir, como
para que le creyeran la versión del acontecimiento sucedido en <st1:personname productid="La Blanca" w:st="on">La Blanca</st1:personname><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de aquel entonces.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-outline-level: 1; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-outline-level: 1; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-outline-level: 1; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<br />
<div style="mso-element: footnote-list;">
<br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">El autor es Maestro en
Filosofía. Escritor de cuentos y poeta. Profesor de la Universidad Pedagógica
Nacional, Unidad 305 en Coatzacoalcos. Nació en La Blanca, municipio de Santo
Domingo Ingenio, Oaxaca.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
</div>
</div>
samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-58047263782555919652013-06-23T07:49:00.003-07:002013-11-23T14:23:52.313-08:00DE LA BLANCA Y PUERTO MEXICO: PARA RECORDAR<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-add-space: auto; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 150%;">Visiones<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7mGxLIakNi6tTIwuv7J0Pe4kD081thYGhCTmUkCdrW2_LF3KIcLUNXRcdEYkF2D-dbj1eagBp3R9o0IDK8Jo1Mwh0a7erfb5WKhmujJeEEM8GqHYVNcMeYSjfvQfipaAf8POJSHjL4es/s1600/020.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="321" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7mGxLIakNi6tTIwuv7J0Pe4kD081thYGhCTmUkCdrW2_LF3KIcLUNXRcdEYkF2D-dbj1eagBp3R9o0IDK8Jo1Mwh0a7erfb5WKhmujJeEEM8GqHYVNcMeYSjfvQfipaAf8POJSHjL4es/s400/020.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
Iglesia antigua de Puerto México (Coatzacoalcos) hoy derruida</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 150%;">El nombre<o:p></o:p></span></b></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Lo
que mi memoria todavía retiene es una vía larga que desembocaba en una casa de
dos aguas igual de extensa, que era la estación del tren. Era 1960 y mi madre
me trajo a vivir a un vecindario del callejón Z-1, en la colonia <i>Esfuerzo de los Hermanos del Trabajo</i>. De
ese lugar me grabé la sombra fresca de los árboles y el constante silbato de un
tren, que parecía un viejo camión rodando por un camino empedrado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Antes
de partir de La Blanca, municipio de Ingenio Santo Domingo, Oaxaca, pueblo de
donde soy originario, oí a mi madre decirle a la vieja abuela, Virginia Toledo:
<i>me voy a Puerto. N</i>o dijo <i>voy a Coatzacoalcos</i>. Todavía puedo ver
en los ojos de mi abuela, la tristeza
que da cuando los hijos se van; al tiempo que recuerdo aquella mención
de un lugar desconocido, en el que, sin saber aún, me estaba embarcando hacia
la ciudad que no abandonaría nunca, pese a mis esporádicas salidas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Luego,
durante muchos años, quienes llegaban o se iban, decían: <i>venimos a puerto</i> o <i>me</i> <i>voy del puerto</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Así,
aunque desde 1936 el nombre oficial, Coatzacoalcos, se recuperó otra vez,
pienso y digo Puerto México. Un nombre más musical que el oficial. Con menos
significado que <i>la tierra donde se
escondió la culebra</i> (Coatzacoalcos). Dos palabras que aprendí a querer
desde principios de los años sesenta del siglo XX.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 150%;">De La Blanca al
puerto<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Mi
terruño, La Blanca, era inhóspito y seco, pero friolento en diciembre y en
enero por los fuertes vientos que bajan del monte <i>Los</i> <i>Chimalapas</i>. Verde
sólo en época de lluvia, con un río que estaba limpio y gozaba de agua
abundante; Puerto México, al contrario, era lluvioso, con un norte que zumbaba
y nos regalaba sus tolvaneras de arena, y con esto era parecido al viento que
bajaba de la serranía azulada de mi pueblo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">El
puerto era cálido y tierno, cuando el tiempo era propicio. Más todavía, cuando
miraba a la luna luminosa, plena y grandota, salir como si emergiera del río.
Esa ilusión sucedía, porque en la esquina de Corregidora, inicia la bajada de
la calle Lerdo, y la luna, si venía redonda y brillante, daba esa sensación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">En
La Blanca, la luna nacía de un cerro grandote pero ralo de árboles, que tenía
frente al solar de tierra dura donde vivía. Así la vi nacer en ambos
lugares, y hasta ahora, su hechizo, me sigue encantando
como pechos de mujer, sin atinar a descubrir por qué. Tal vez porque las mujeres están hechas de
luna, y nosotros los hombres, de sol.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Las
calles del puerto eran arenosas, semiplanas o con hondonadas y abruptas lomas
de arena; las había también con lagunas que se formaban con la
lluvia, ahí donde el agua se estancaba por no encontrar salida. Cuando
llegaban, seguro que las calles se inundaban, de igual modo el vecindario, cuyo
espacio terroso no aguantaba tanta agua. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Si
llovía en la madrugada, el crepitar de las gotas en los techos de láminas de
zinc, me despertaba, por muy dormido que estuviera. Era porque la lluvia caía
igual a un galope de caballos desbocados, en ese cuarto que compartía con mi
madre y mis hermanas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Una
ciudad lluviosa y viento zumbón acarreando arena, era el Puerto México que
conocí en los años sesenta. Un pueblo triste y soleado, reseco y polvoriento el
de La Blanca. En ambos dejé enterrado el corazón de mi niñez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Del
primero recuerdo su arenero pegándome en la cara y el ulular del viento fuerte
y sonoro; del segundo, la soledad y el grito de la abuela gritándome: <i>chiquitío, donde andas,</i> o su regaño
brusco, inmisericorde de un zapoteco ya españolizado: <i>puerta gabiá</i>, que traducido significa <i>vete al diablo</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 150%;">Estancia en el
callejón Z-1 <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">A
los seis años, mi vida transcurrió por
breve tiempo en la colonia <i>Esfuerzo de
los Hermanos del Trabajo</i>, cerca de la estación del ferrocarril, lo que me
permitía escuchar el silbato del tren, cuando llegaba y cuando partía. Lo recuerdo
como un ciempiés de fierros renegridos, que echaba humo y hacía temblar la
tierra a su paso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Donde
vivía era una vecindad de muchos cuartos, en cada uno vivía una familia de diferente cultura, color y procedencia.
Avecindados que igual que mi madre, pensaban haber llegado a la tierra
promisoria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">El
callejón estaba cerca de la cantina <i>Los Panchos</i>, pasando las vías, a la
altura de la calle Carranza. Todavía ahora, mi memoria vislumbra esa hilera de
cuartos de madera y láminas de zinc, fresco por los árboles que había en el
patio. El lugar está todavía, pero ya no es el mismo. La modernidad logró
cambiarlo en algo más habitable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">En
aquellos años me movía entre charcos de agua sucia y el silbato del tren.
Revolcándome en el lodo, con el olor del azufre y el sabor de fierros oxidados,
crecía y andaba en esa vecindad poblada por trabajadores que procedían de
muchos lados. Puerto México comenzaba a poblarse a causa de su proceso de
industrialización.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Ahí
sobreviví una primera etapa de mi infancia, hasta que mi madre, por causa de no tener con quien dejarme al
cuidado, me regresó de nuevo a mi pueblo, para luego, al cabo de tres años,
traerme otra vez. Desde esa ocasión ya
no me fui, salvo algunas veces. Y aquí estoy, viviendo más allá de la media
centuria para contar mi propia historia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: center;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-fareast-language: ES-MX; mso-no-proof: yes;"><!--[if gte vml 1]><v:shapetype id="_x0000_t75" coordsize="21600,21600"
o:spt="75" o:preferrelative="t" path="m@4@5l@4@11@9@11@9@5xe" filled="f"
stroked="f">
<v:stroke joinstyle="miter"/>
<v:formulas>
<v:f eqn="if lineDrawn pixelLineWidth 0"/>
<v:f eqn="sum @0 1 0"/>
<v:f eqn="sum 0 0 @1"/>
<v:f eqn="prod @2 1 2"/>
<v:f eqn="prod @3 21600 pixelWidth"/>
<v:f eqn="prod @3 21600 pixelHeight"/>
<v:f eqn="sum @0 0 1"/>
<v:f eqn="prod @6 1 2"/>
<v:f eqn="prod @7 21600 pixelWidth"/>
<v:f eqn="sum @8 21600 0"/>
<v:f eqn="prod @7 21600 pixelHeight"/>
<v:f eqn="sum @10 21600 0"/>
</v:formulas>
<v:path o:extrusionok="f" gradientshapeok="t" o:connecttype="rect"/>
<o:lock v:ext="edit" aspectratio="t"/>
</v:shapetype><v:shape id="Imagen_x0020_17" o:spid="_x0000_i1026" type="#_x0000_t75"
alt="callejón z1 col esfuerzo de los hermanos del trabajo" style='width:264.75pt;
height:176.25pt;visibility:visible;mso-wrap-style:square'>
<v:imagedata src="file:///C:\Users\SAMUEL~1\AppData\Local\Temp\msohtmlclip1\01\clip_image001.jpg"
o:title="callejón z1 col esfuerzo de los hermanos del trabajo" gain="109227f"
grayscale="t"/>
</v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><img alt="callejón z1 col esfuerzo de los hermanos del trabajo" height="235" src="file:///C:/Users/SAMUEL~1/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image002.jpg" v:shapes="Imagen_x0020_17" width="353" /><!--[endif]--></span><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: center;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 150%;">Callejón Z-1 en la colonia Esfuerzo de los
Hermanos del Trabajo, en los 60s<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: center;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 150%;">(Foto Familia Altamirano Martínez)<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 150%;">Un duro castigo<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Mi
madre, que se empleaba de cocinera en el restaurant <i>Frontera</i>, al irse al
trabajo, me dejaba al cuidado de mi hermana Rosario, quien, debido a su pata
callejera, cogía camino y se metía en todos los vecindarios, como gatita que
husmea el olor y sabor de la comida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Fue
en ese lugar donde conocí, por vez primera, el guiso de arroz, colorado,
sabroso, que una señora, cuyo nombre no recuerdo, me invitó un medio día, pero
también el primer castigo duro como el fierro, que mi madre me dio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">A
veces, por hambre, dado que ella llegaba tarde del trabajo en el restaurant de
don Joaquín de la Torre y Josefa Gerónimo, ubicado en la tercera calle de Hidalgo,
yo y mi hermana, cogíamos a veces dinero para comprar tamales de elote que las
vecinas mercadeaban. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Una
de esas tardes, mi madre llegó, buscó donde había dejado su dinero, pero no lo
encontró completo. Le faltaban cinco pesos. Me preguntó por él, pero le
respondí que no sabía. En efecto, esa vez no habíamos tocado un peso para los
tamalitos. Pero ella no me creyó. Por más reacción, cogió una chancla y me
castigó duramente, lo que hizo acostarme en el petate que usábamos por cama,
transido de dolor y tristeza ante el castigo recibido. Lloraba mi suerte,
cuando debajo de un viejo ropero, detenido entre la pared laminada y el piso,
estaba el billete de cinco pesos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">No
se lo dije a mi madre, tan solo alcancé a pensar lo injusta que había sido
conmigo. Desde esa vez, nunca volví a cogerle el escaso dinero que ganaba, pero
también nuestra relación familiar no volvió a ser normal, aunque con el tiempo,
el castigo aparentemente se haya olvidado y hayamos compartido muchos años
juntos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 150%;">Mi niñez en La
Blanca <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Cuando
doña Flavia García, mi madre, me regresó a La Blanca, me quedé al cuidado de
Elvia García, una prima, hija de mí tía Rosa, a quien siempre le dije tía
Elvia, por ser mayor que yo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Ella
se había casado con un ixtepecano de nombre Antonio Enríquez, a través de quien
conocí el cine, porque, aparte de campesino, operaba el proyector de las
cintas, en el cine de Vito Pelón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">El
cine no era más que un patio amplio, donde se colocaban tablas largas, sostenidas por cuatro patas, que eran los
asientos. Frente a esas bancas, estaba una pared de ladrillo, encalada, donde
la imagen se reflejaba. El lugar donde el equipo de proyección se colocaba, era
una torrecita de madera, a la cual se accedía por una escalera, por donde mi
tío subía para operarlo. Entonces comenzaba la función. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Cada
que había película, iba de acompañante y veía las cintas mexicanas de Antonio
Aguilar, Luis Aguilar y Jorge Negrete. Películas de pueblos rurales y
conflictos interfamiliares, cuyos pleitos sucedían en las cantinas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Tales
cintas me derivaron a pensar que las cantinas eran lugares malos y que los
borrachos eran muy violentos. Tal vez eso me haya salvaguardado para no
frecuentar desde joven esos lupanares, sino hasta mucho después de esa edad,
cuando perdí el miedo y le encontré el lado amable. Así, las cantinas durante
muchos años fueron mi centro de visita obligada cada sábado, no por la cerveza,
sino por las meseras, que a veces, estaban mejores que las de afuera. Cada
borracho tiene su razón para llegar a una cantina. La mía siempre fue esa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">En
La Blanca me tocó vivir una infancia distinta a todos los demás niños. Lo que
me correspondía en época de siembra o de vacaciones escolares, era acompañar a
mi tío Antonio a la quema de desmontes, limpia, siembra y cosecha; por las
tardes, ir a comprar la escasa comida que se podía para la cena: un peso de
queso, un medio kilo de azúcar o un tostón (lo que hoy es cincuenta centavos)
de café, o cuidar a los dos primeros hijos que procreó mi tía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">A
veces, iba a vender entre el pueblo,
empanadas de leche o cualquier otro producto que mi tía elaboraba para lograr
la sobrevivencia. Difícil etapa la que me tocó, porque a veces apenas si había
"palomita blanca" para comer, es decir, la pura tortilla con sal como
único alimento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">No
sé si por carácter propio o por saberme acomodar a las circunstancias, o los
dos aspectos a la vez, pero en ese tiempo, asumí el rango de hijo mayor, cuyo
papel era más trabajo que juego, sobre todo en época de siembra o de cosecha. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Por
ende, mi primer juguete no fue un carrito, sino un machete al cual había que
sacarle filo con la piedra de afilar, que por no hacerlo bien, a veces me
cortaba. También aprendí a sembrar maíz o ajonjolí, cuyo jornal de todo un día
valía cinco pesos. El camino era largo para llegar a la parcela y la paga poca,
pero los niños de pueblos rurales empobrecidos, no pueden imaginar otra
situación, que la que las circunstancias sociales imponen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"> En aquel tiempo no soñaba con un destino
distinto a la vida que me había tocado, sino apenas soñaba con tener un pedazo
de tierra para sembrarla y cosechar. Esa era toda mi aspiración. Lo quería
porque ese era mi contexto cultural y mi mundo: el campo cubría todas mis
expectativas. No había más. El pobre no puede aspirar más que al disfrute de su
propia pobreza. Solamente después de muchos años, es que comprendo porque los
campesinos no pueden aspirar a otra vida distinta al que su propio ambiente les
ha impuesto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Todo
este pesar encontraba su compensación con el cine y con un fusil de madera, que
un día mi tío me regaló. Labrado a mano, el rifle era igual a uno real y a los
niños les encantó. Tanto que una tarde, en la escuela, jugando a los balazos durante el recreo,
algún niño más vivo me lo desapareció, sin que valiera algún reclamo para que
me lo regresara. El autor del robo de ese fusil, nunca lo devolvió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Lo
que más me gustaba de mi pueblo era la llegada de la lluvia, porque crecía el
caudal del río. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Recuerdo
que hubo un año en que llovió por tres días seguidos, que el río inundó al pueblo.
Esa vez, después de que bajó la creciente, nos bañamos mejor que nunca en sus
aguas caudalosas. Era un agua limpia y transparente, cuya frescura permitía
disfrutar la vida campestre en La Blanca. En esa época de agua abundante,
solíamos por las tardes o las mañanas cuando no había qué hacer, coger el
anzuelo o la pichancha para pescar sardinas, que luego, fritas en aceite era un
manjar sabroso al paladar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">El otro gusto
era diciembre, porque el día 25 de ese mes, cada familia elaboraba
dulces (de camote, limón, estorrejas y chilacayota) y tamales, y la tía me
mandaba a dejar dulces a los parientes, y por llegar con ese presente a las
casas, los agraciados me recompensaban con dinero, que iba de un tostón hasta
un peso, que en aquellos años, era bastante para cualquier niño. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Como
es evidente, mi infancia no fue alegre y versátil, sino reseca y fría como el
viento que bajaba de la serranía azulosa, ubicada al norte del poblado. Reseca,
no por el páramo natural del pueblo, sino en el alma, que en lugar de afectos,
fue guardando soledades y carencias de toda clase. Fría, porque no supe en esa
etapa infantil el significado de un abrazo familiar. Mi madre y mis hermanos
andaban por su lado buscando la subsistencia, en tanto yo había sido puesto al
cuidado de un joven matrimonio. Obligado a sobrevivir por encima de cualquier
circunstancia, no me quedaba más que trabajar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Por
eso, a muchos años de distancia y con la experiencia que da la vida, puedo
afirmar que la desnudez de mi cuerpo, porque en esa etapa los niños siempre
andábamos desnudos, reflejaba mis propias carencias económicas y afectivas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Más
que de agua del río, me bañaba cotidianamente con la soledad, hasta decir
basta. Para ir a la escuela, a trabajar o para lo que fuera, la soledad fue
siempre mi compañera. Ese fue mi ambiente afectivo y cultural en el cual me
desarrollé. No había más. Sigo igual.
Con la salvedad de que ahora, siempre me acompaña un libro. A veces pienso que
me llené de tanta soledad, que para no ahogarme en ella, empecé a escribir
poesía, y a través de cada poema, es como la reparto a los lectores que
padezcan lo mismo. Al respecto, en un libro publiqué esto:<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: center;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">La
soledad no tiene años<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: center;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Está
conmigo desde que vivo<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: center;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">En
su patio juego a ser otra mañana<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: center;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Que
no tenga el frío ni la neblina de la casa<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: center;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">La
miro todos los días<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: center;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Despreocupada<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: center;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Que
sea seca<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: center;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Viuda<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: center;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Oscura
y quieta<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: center;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Llanto
y triza.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 150%;">La casa de mi pueblo<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">En
La Blanca, vivía en una pequeña casa de teja y adobe, pasando el río; <i>Cheguigo</i>
nombran al lugar, que en lengua zapoteca quiere decir <i>al otro lado del río</i>. Esa casa todavía
se conserva, pero ya no me pertenece. La vendí en un arrebato mercadológico. De
ella sólo me queda el recuerdo y una fotografía, así como un cuento que escribí
en amor a ese amplio patio donde quedó mi infancia revolcada. Pongo la foto
ahora; el cuento, algún día lo verán en otro libro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: center;">
</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: center;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK05Jmvm441YWIuC6GCGS4SRaDbYL4FaPqv7UEkItlDM2SB7jmRFciGCGirre-P4ICLNHfzZ63cYQ48lZzGCLam1y2He50LxWiPGofX-jnK6BWp3kYSTBRhBOZag4Md7BSo4mYIgEXx3Q/s1600/casa+tipica+en+Cheguigo,la+blanca+oaxaca(1).jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="408" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK05Jmvm441YWIuC6GCGS4SRaDbYL4FaPqv7UEkItlDM2SB7jmRFciGCGirre-P4ICLNHfzZ63cYQ48lZzGCLam1y2He50LxWiPGofX-jnK6BWp3kYSTBRhBOZag4Md7BSo4mYIgEXx3Q/s640/casa+tipica+en+Cheguigo,la+blanca+oaxaca(1).jpg" width="640" /></a></div>
<br /></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 28px; text-align: center;"><o:p></o:p></span><br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: center;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;"><br /><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Esa
casa la construyó mi madre en el solar que durante mucho tiempo fue su
propiedad, herencia única que le tocó, porque el ganado que tuvo don Damián
García Ordaz, mi abuelo, fue repartido desventajosamente entre los hermanos
varones: Esteban y Ricardo. El primero, tuvo que salir de mi pueblo huyendo, al
iniciarse un conflicto en el que la sangre de los hijos estaba de por medio, y
que aquí ni caso tiene contarlo; el otro, por el gusto a las mujeres y el
juego, corazón de artista y de torero, porque mi tío Ricardo no sólo aspiró,
sino que vistió el traje de torero para probar suerte, pero se le cruzaron el
juego y las mujeres, cuya consecuencia fue que en poco tiempo dilapidara la
fortuna (ganado y terreno) que le había tocado, y al carecer de ella -sin
previo aviso- abandonó a la familia, dejando a la intemperie a los tres hijos
que había procreado con mi tía Ernesta Toledo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Dicen
que mi tío con su corazón de artista de la toreada, abrazó el mundo, en busca
de otras aventuras que lo llevaron hasta Guatemala. Con el paso del tiempo,
regresó sin un peso en la bolsa, ni casa donde guarecerse de la edad. Así
murió, solo y abandonado, sin nadie que se condoliera de la suerte que él mismo
se labró.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Mi
madre, en cambio, al tocarle solo dos cabezas de ganado, con el argumento de que
era mujer y no había más para ella, o porque ya se había separado de su segundo
marido, hubo de emigrar a Puerto México y alquilar su fuerza de trabajo en los
restaurantes y casas particulares, para así lograr su propia sobrevivencia y
las de sus cuatros hijos, que con ella permanecían: Mélida, Alicia, Rosario y
quien esto escribe; el otro, de nombre Rafael, se había quedado con don
Venancio Pérez, mi padre, en Niltepec, siguiendo otra ruta y destino, muy
distinto a las de nosotros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 150%;">Mis primeros maestros<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Fue
en La Blanca, en la escuela <i>Ricardo
Flores Magón</i>, donde estudié mis primeros dos años de educación primaria.
Bajo el sistema silábico aprendí a deletrear mi nombre y lo que pudieron
enseñarme mis dos primeros profesores:
Efraín Ortiz y Gema Nolasco, a quienes no olvido, porque de ellos algo aprendí.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Al
primero lo recuerdo una tarde, en una escena singular: armado con un rifle, se
parapeta tras un árbol, como si estuviera defendiéndose de ciertos
perseguidores que querían matarlo. Así lo vi, cierta vez en que le dio por
tomarse de más las cervezas, vicio al que se inclinaba, debido tal vez a sus
propios problemas personales. Sin embargo, en juicio era un maestro preocupado
y amistoso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Sigue
vivo aún, y es igual de parrandero y mujeriego, con sus casi noventa años a
cuestas, ya separado de su antigua mujer, aunque comparta con ella el mismo
solar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">A
Gema Nolasco la rememoro por el llanto suyo, y el amor que ocasionó en mi alma
infantil, cierta vez que el maestro Efraín la hizo llorar en el salón, frente a
nosotros, sus pequeños alumnos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">De
esa época escolar, es esto que nunca se
ha borrado de mi mente: mi madre había llegado de visita a La Blanca. Yo estaba
en la escuela cuando me avisaron. Cuando llegué a la casa, en lugar de correr a
abrazarla como cualquier niño normal pidiéndole dulces o juguetes, me puse a
llorar y a desquitar mi enojo tirándole piedras y a decir que ella no era mi
madre. Que se fuera, le pedía. Ignoro cuál haya sido la causa de esta actitud,
pero supongo que tenía que ver con la soledad y el abandono en que ella me
tenía. Con el paso del tiempo, creo reconocer que era una respuesta del
subconsciente ante la soledad y el abandono en que sobrevivía la infancia. Pero
también, creo ahora, que si mi madre no hubiera decidido venir a Puerto México,
no hubiera conseguido lo que soy, mucho menos haber escrito lo que ahora
pienso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 150%;">De nuevo en el
puerto<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Para
1963, de nueva cuenta mi madre me trajo al puerto. Pero como ya estaba el
puente Calzadas y viajaban los Autobuses <i>Gustavo
Díaz Ordaz</i> de Puerto México hasta Salina Cruz, ya no hice el recorrido en
tren. La terminal en esa ocasión, estaba en la tercera calle de Rodríguez
Malpica, frente a la automotriz Candanedo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Fue
en esa época, cuando ingresé al tercer grado en la Escuela Vicente Guerrero, un
centro escolar de mucha tradición académica, que además de servir como escuela para infantes, a partir de las seis
de la tarde, se convertía en escuela nocturna para trabajadores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Era
mi segundo arribo a esta ciudad arenosa y ventolera, olorosa a azufre y sal de
mar, con atardeceres de ensueño a la orilla de la playa, todavía con el mercado
<i>Coatzacoalcos, construido de madera y
lámina, con sus comerciantes provisionalmente establecidos en el arriate,</i>
mientras se reconstruía en el mismo sitio, otro de material de concreto, que
aún persiste.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">En
este segundo arribo al puerto tenía diez años de edad. De él tengo
presente cómo la cultura de nuestro
contexto es determinante para actuar, y cuando se sale del entorno, se realizan
acciones como esta que aquí cuento:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">La
tarde que llegué de La Blanca, afligido por una necesidad fisiológica, pregunté
a mi madre donde podía obrar. Me señaló el baño. Entré y observé la taza
blanca. Acostumbrando en mi pueblo a usar el monte para satisfacer mis
necesidades personales, no sabía que había que sentarme en ella para cumplir mi
cometido. Al ignorar para lo que servía, defequé sobre el piso y me limpié con
el papel que ella me había dado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Satisfecha
la urgencia, reflexioné que no podía dejar la suciedad sobre el piso. Entonces,
mi mente me alumbró el proceder. Recogí con el papel el producto, lo tiré a la
taza, y por intuición espontánea bajé la palanca. Reflexionando ahora esta
situación, me doy cuenta que somos producto de la cultura del contexto en el
cual nacemos y nos desarrollamos, y que ella determina la acción según se
asimila. Pero eso lo sé ahora, no en aquel tiempo cuando acababa de llegar de
La Blanca, cuyo ambiente cultural era distinto al que prevalecía en la ciudad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 150%;">El vecindario de la
calle Lerdo<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Una
vez en la ciudad, mi madre me enseñó el
lugar donde trabajaba. El restaurant <i>La
Especial</i> de don Mario Tafoya y Lilia Jacoba González, en Zaragoza 316. Fue
el primer domicilio que conocí del puerto. Me acuerdo porque ahí ocurrió el
suceso ese de la necesidad fisiológica. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">De
ahí nos fuimos a la cuarta calle de Lerdo, lugar donde pasé la mayor parte de
la niñez. De un vecindario a otro, pero siempre en la misma calle. Poco a poco
fui conociendo los secretos que guardaban sus calles, las costumbres de sus habitantes
y deslumbrándome por eso que la ciudad era: chiquita, querendona, con sus
ventiscas inesperadas, pero apacible. La mayoría de sus calles no estaban
pavimentadas, salvo las del primer cuadro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">En
esos años, los vecindarios estaban construidos con madera y lámina. Eran pocas
las casas de material. Había dos de esos vecindarios, el del 408 y el 410, que
colindaban hasta la calle Revolución, lo que me permitía mantener relaciones
con los niños que vivían en ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Algo
que recuerdo de los vecindarios, es que algunas casas como las de Lerdo 408,
tenían piso de madera y no de cemento. Cuando así pasaba, a causa de los
nortes, se formaba un claro grande entre la arena y el piso de madera. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">En
aquella época, sin luminarias suficientes ni en la calle ni en los patios, los
huecos que había entre el piso de madera y la arena, servían para jugar al
escondite con los niños y niñas del vecindario. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">De
los juegos colectivos, recuerdo a María y a Marcos. A María, porque ella nos
enseñó que el juego de esconderse tenía su secreto y emoción. De Marcos, porque
él fue quien nos contó ese
acontecimiento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">María
era morena, alta, de unos trece años. Debajo del vestido ya se veía el
despuntar de unos senos todavía en botones: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">–Vamos a jugar, chamacos, –invitaba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Era
de todas las noches jugar a las escondidas, nuestro juego preferido cuando ella
participaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Así,
alguien contaba hasta cincuenta y uno y medio, mientras todos corríamos a
escondernos. Los más despiertos, como Marcos, buscaban cualquier resquicio oscuro atrás del
vecindario, donde había una casa con mucho espacio para esconderse bajo el piso
de madera. Pero él no se escondía solo, sino con ella. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">–Escóndanse con María –nos invitaba Marcos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">–Por
qué -Preguntábamos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">-Se
deja tocar y besar –añadía con una risita maliciosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Eso
nos pareció en aquel tiempo extraordinario por las sensaciones que nos
producía. Y que nuestra imaginación agrandaba o empequeñecía, según lo avispado
que fuera cada quien. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Así
se fue corriendo la voz, hasta lograr que todos quisiéramos escondernos con María.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">En
mi caso personal, nunca pude esconderme con ella, pues otros más vivos me
ganaban la delantera. Aunque el suceso no duró mucho tiempo. A los pocos meses,
María se había ido del vecindario. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Pese
a eso, seguimos jugando el juego, pero no había la misma sensación que nos
ocasionaba cuando María estaba. Pues sea que te tocara, sea que no, nos
producía un ambiente más vivo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Así
se fueron pasando los días y los meses, cuando jugar a las escondidas era lo
más emocionante que podía suceder en nuestro círculo de chavales, en esos años
de los sesenta, cuando todavía no había luminarias en las calles y muchas
familias como la mía, usaban un quinqué de petróleo o lámpara de gasolina; pero
las calles eran escasamente alumbradas con focos de sesenta voltios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Cuando,
por nostalgia infantil, regreso al lugar, no lo reconozco. Hay nuevas
edificaciones, nuevos dueños. Sin embargo, estar en esa calle me recuerda esos
juegos infantiles y los chavales con quien los jugué. Recuerdo a Sergio Cortés,
José Utrilla, Marcos Juárez, los hermanos Narciso y Luis, que eran chiapanecos;
Raúl Trinidad, Gaspar Monforte, Miguel Ángel Armas, Los hermanos Correa: Amparo,
Mariano, Henry y Guillermo; Chabelita, la que más tarde fuera novia de Carlos
Abad, el flaco; a Salvador, hermano de la Chabelita, que más grande le entrara
macizo a la mariguana, aunque para eso ya vivía en la cuarta calle de Madero; Ariel
Lemarroy y sus hermanos: Mayín, Darío y Sergio, Juan Blanco, a quien le pusimos
<i>Satán</i>, porque era primo de Ramón
González, mejor conocido por <i>El Diablo</i>;
Raúl Chantires, los hermanos Pichardo: Araceli, Columba, Ernesto y el más
chico, a quien le nombrábamos Bala, pero
se llamaba Guillermo; de Ramón, un chaparrito y peleonero, de familia yucateca,
y de Lupita, que tenía problemas con una pierna, con quien todos jugábamos
tirito a las canicas y a la comidita; por supuesto, a María, con quien muchos preferían esconderse bajo las duelas
de las casas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Conviví
también con el otro Chicho Mayorga, bastante pendenciero, cuyo hermano, que era
electricista, murió electrocutado. Lo supe porque éste era pretendiente de mi
hermana Alicia; Miguel Alcocer y sus hermanos: Raúl y Rogelio, y otros más que escapan a mi memoria en nombre, no en
perfil.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Fue
en esta vecindad que conocí a Onofre, un muchacho que provenía de un pueblo
cerca de Acayucan, y que gracias a él conocí por vez primera, el sabor de las
jaibas cocidas que los jaiberos vendían casa por casa en el Puerto México
antiguo. Pues bien, Onofre tenía dos
hermanas, Isabel y Esperanza. Isabel ya era señorita, y trabajaba de mesera en
un restaurant. Esperanza, con apenas unos cinco años, gustaba mucho platicar y
jugar conmigo. Con ella me ocurrió una historia que ahora les voy a contar.<o:p></o:p></span></div>
</div>
samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-14046784013584417552011-11-30T09:57:00.001-08:002013-12-22T19:38:25.783-08:00ANÉCDOTAS DE LA BLANCA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdAglZ_cI7sKLT1ifZwtpOyPAumqCs7aWQ96ds9143pgTH-dw0kDldtWNwSCuwR54rZZ8tsnKJJ_SZGZD6gl43mGO4C4TDmugGp0rxxDBqdDeYm_PWkLxTgBAyeEwSbt7M8VGutlDYHSo/s1600/Poste+de+luz.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdAglZ_cI7sKLT1ifZwtpOyPAumqCs7aWQ96ds9143pgTH-dw0kDldtWNwSCuwR54rZZ8tsnKJJ_SZGZD6gl43mGO4C4TDmugGp0rxxDBqdDeYm_PWkLxTgBAyeEwSbt7M8VGutlDYHSo/s640/Poste+de+luz.jpg" width="640" /></a></div>
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><strong><br /></strong></span>
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><strong><br /></strong></span>
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><strong>Samuel Pérez García<o:p></o:p></strong></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Ocurrió a principios de los años 60s del siglo XX. De pronto comenzó a llover y a llover. Llovió durante unos tres días. El río creció, tanto que se metió al pueblo. Mi tía Anastasia García Toledo, que vivió a unas cuantas casas de la Iglesia esa vez le entró el agua. Igual que a muchos pobladores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Cuando llovía mucho, el río tenía bastante agua y las familias que vivieron esa época, gozaron de sus aguas limpias y cristalinas en el baño, para lavar la ropa, y también como fuente de sardinas y mojarras pequeñas. Lo que hacíamos los niños de ese entonces, era comprar anzuelo en la tienda de Felipe Gómez, y por las tardes, salíamos a pescar bagres y sardinitas, que luego, se hervían en aceite. Era una comida sabrosa. Las mujeres, al tiempo que lavaban la ropa, ponían un pichancha de barro, la untaban de masa para pescar sardinas. Combinaban así, la tarea hogareña con la de proveerse del alimento que el río proporcionaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Otro pasatiempo de esos años, era la caza de tórtolas y palomas azules. En mi caso personal nunca pude matar ninguna, pero mi tío Antonio Enríquez, pudo hacerlo con su rifle o con el tirador de hule. Cuando las palomas llegaban, mi tía Elvia García, las desplumaba, las untaba de ajo y sal, y las ponía en la lumbre de leña. Cuando así pasaba, comíamos sabroso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">De regreso de la escuela, todos los niños que vivíamos en Cheguigo, nos veníamos juntos. En el paso del camino, había un árbol, al cual jugábamos a subirnos y tirarnos desde una de sus ramas que colgaban. Una tarde, quise proceder igual a lo que todos hacían, pero me equivoqué al tirarme y caí de panzazo, lo que me dejó un rato atolondrado. Desde esa vez, dejé de jugar a treparme al árbol y aventarme de sus ramas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-89013087373534289552011-11-30T09:35:00.000-08:002013-12-22T19:37:10.322-08:00RETRATOS DE FAMILIA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKArbexacSwrOsmApNPv4eXF5kPknBfGeFePJM0AM9CD7cqgUw8gc47fs3PWA3-hC4nrx2t-YtxbVFWKnTOrHiM-8K162oZ2cadlmNYHaatke8WjGKoEJTyVELaJBs6w3PH4ELV6uceNI/s1600/escanear0003.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKArbexacSwrOsmApNPv4eXF5kPknBfGeFePJM0AM9CD7cqgUw8gc47fs3PWA3-hC4nrx2t-YtxbVFWKnTOrHiM-8K162oZ2cadlmNYHaatke8WjGKoEJTyVELaJBs6w3PH4ELV6uceNI/s640/escanear0003.jpg" width="405" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">RETRATO DE FLAVIA GARCIA TOLEDO (1913-2000) FUE HIJA DE VIRGINIA TOLEDO Y DE DAMIAN GARCIA ORDAZ. LA FOTO ES CUANDO ELLA TENÍA QUINCE AÑOS. VIVIÓ EN CHEGUIGO, PERO A PARTIR DE LOS AÑOS 60 DEL SIGLO PASADO EMIGRO A PUERTO MEXICO, DE DONDE REGRESO A PARTIR DE 1985, HASTA EL AÑO 2000 EN QUE MURIÓ.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">SUS HIJOS FUERON: MELIDA, RAFAEL, ALICIA, ROSARIO (+) Y SAMUEL PEREZ GARCIA</span></div>
</div>
samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-16324054569348426612011-09-05T15:55:00.000-07:002011-09-05T16:10:36.246-07:00Casas de cartón<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="http://www.youtube.com/embed/0MuDqWjuQgY?fs=1" width="425"></iframe><br />
<br />
<br />
<br />
</div>samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-56986493820927876822011-09-01T11:22:00.000-07:002011-09-01T11:22:54.074-07:00ORIGENES DEL NOMBRE<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"> <br />
<strong><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14pt;">¿EL ORIGEN DEL NOMBRE DEL PUEBLO DE <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>LA BLANCA?</span></strong><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span><br />
<br />
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><o:p><span style="font-family: Times New Roman;">Samuel Pérez García</span></o:p></span><br />
<br />
<br />
<div style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Según algunos ancianos del lugar, a quienes entrevisté hace muchos años, me dijeron que anteriormente este era un rancho que pertenecía al dueño de la “Hacienda la Marquesana”, quien vivía en La Venta, pueblo perteneciente al municipio de Juchitán, Oaxaca. Su nombre anterior era “Llano Grande”, porque en dicho lugar pastaba ganado cimarrón.<o:p></o:p></span></div><br />
<div style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Pero también dijeron que el nombre se debió a que los rancheros se encontraron cierta vez a una vaca blanca, a quien trataron de lazar sin que nunca lo hubieran conseguido. Otros dicen que aquí se llamaba “Tierra Blanca”. Lo cierto es que ahora a este pueblo de varios cientos habitantes se le llama La Blanca y está ubicado sobre la carretera panamericana, entre Niltepec y Santo Domingo, Ingenio. El pueblo perteneció políticamente al municipio de Niltepec hasta 1934 aproximadamente, después pasó al municipio de Ingenio Santo Domingo. Entre ambos municipios está el pueblo, pero para entrar a él hay que caminar unos dos kilometros hacia adentro, camino actualmente pavimentado.<o:p></o:p></span></div><br />
<div style="line-height: 115%; text-align: justify;"><br />
</div><br />
<div style="line-height: 115%; text-align: justify;"><br />
</div><br />
<div style="line-height: 115%; text-align: justify;"><strong><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Un dato de la memoria</span></strong><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div><br />
<div style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Algo que hay que recordar de este pueblo, es que quienes nacimos a principios de la década de los años 50 del siglo XX, el suscrito nació en 1953, gozamos la vida de manera muy diferente a estas nuevas generaciones: en primer lugar, las aguas caudalosas del río que pasa a un lado del pueblo. En julio, agosto y septiembre de esos años, hasta todavía los primeros años de los años sesenta, los niños de aquellos entonces, nos bañabamos en esas aguas limpias, y cogíamos nuestro pedazo de masa y un anzuelo para pescar las mojarritas, sardinas o los bagres, que luego paraban en el sartén y terminaban en un plato sabroso, que se acompañaba de tortillas hechas a mano. Ahora en el pueblo no existe ni río, ni sardinas, ni tortillas hechas a mano. En la medida en que el mercado capitalista entró al pueblo, fueron cambiando las costumbres y los modos de vida.<o:p></o:p></span></div><br />
<div style="line-height: 115%; text-align: justify;"><br />
</div>informantes: Profr. Efraín Ortiz y Ricardo García.<br />
<div style="line-height: 115%; text-align: justify;"><br />
</div><br />
<div style="line-height: 115%; text-align: justify;"><br />
</div><br />
<div style="line-height: 115%; text-align: justify;"><br />
</div><br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;"><br />
</div></div>samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-68484098487232273042011-09-01T10:49:00.001-07:002013-12-22T19:36:02.153-08:00UN CUENTO<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-outline-level: 1; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;"><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">LA BLANCA DE AQUEL ENTONCES.<o:p></o:p></span></em></span></span></b></div>
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiEvpi1CZMTjVNatZBhEzjocqcuP1gU-AW79NKSB6yK80TrKi5MkGSo1pVlMfRwIKE8hRN6bb2oQud_vOqh3X77JZ5gzVByIbg6IyupHtBXkyr9xRodZ0c4dCQi86F8-fOF_8hPaAOh2E/s1600/Potrero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiEvpi1CZMTjVNatZBhEzjocqcuP1gU-AW79NKSB6yK80TrKi5MkGSo1pVlMfRwIKE8hRN6bb2oQud_vOqh3X77JZ5gzVByIbg6IyupHtBXkyr9xRodZ0c4dCQi86F8-fOF_8hPaAOh2E/s640/Potrero.jpg" width="640" /></a></div>
<span style="font-size: large;"><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Potrero que está ubicado cerca del Panteón del pueblo La Blanca.</span></span></em></span><br />
<span style="font-size: large;"><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;"><br /></span></span></em></span>
<span style="font-size: large;"><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;"><br /></span></span></em></span>
<span style="font-size: large;"><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> <span lang="ES" style="layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Samuel Pérez García.<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></a><o:p></o:p></span></span></em></span></div>
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br />
<span style="font-size: large;"><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> <span lang="ES" style="layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Don Emeterio iba y venía con la pachita de tigre bajo el brazo. Se paraba en una esquina. Miraba hacia el cielo como suponiendo que fuera a llover, aunque hubiera un sol intenso. Paraba a quienes querían escuchar la historia de Valentín de Dios, un muchacho de ese pueblo asentado a las faldas de una serranía azulada del istmo oaxaqueño. <o:p></o:p></span></span></em></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;"><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">-Yo lo viví y por eso lo debo contar, decía don Emeterio y comenzaba<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>su relato...<o:p></o:p></span></em></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: large;"><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando Valentín de Dios despertó,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el lucero madrugador estaba en el lugar de siempre. Desde su catre, miró la luna por un claro de la pared. Soñoliento aún, recordó que en el sueño una mujer desnuda lo llamaba desde el lindero de su potrero. Era de una cabellera negra y larguísima, resplandeciente con el sol del mediodía. Varias veces le llegó ese mismo sueño durante toda la noche, y con las mismas, despertó sobresaltado, inundado por un desasosiego, que no se le quitó ni en la vigilia. La voz de su nana llamándolo a merendar, le desapareció la visión.<o:p></o:p></span></em></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;"><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Apenas comió esa vez. Apuró brevemente dos tazas de café recién hervido, se colgó al hombro su morral de memelas, el machete y el pumpo con agua. –Hoy vengo temprano, nana –dijo al traspasar el umbral de la casa. Y se fue hacia el sur, por la vereda del río, camino a la milpería. Muy adelante, al pasar bajo la sombra de unos amates, sintió un escalofrío sobre su espalda. Miró hacia arriba y vio los luceros mecerse en el firmamento. La tranquilidad de la madrugada volvió a inquietarlo incisivamente.<o:p></o:p></span></em></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;"><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Durante toda la mañana se dedicó a la faena. Concentrado en su deber, no sintió que el sol le fue ganando terreno. Y no se hubiera dado cuenta, si no fuera por un siseo, que como arrastre de culebra, le pareció oír<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en intervalos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Volteó por donde creyó escucharlo, pero no vio nada. Es idea mía –pensó. Siguió cortando el monte, mojándose del sudor que le resbalaba por la frente y los brazos, humedeciéndole su camisa de popelina blanca.<o:p></o:p></span></em></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;"><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando creyó haber dado la última tarascada, hizo un descanso breve. Levantó su vista hacia el sol y se quedó momentáneamente enceguecido. En eso oyó de nuevo el lejano siseo, pero ahora más intermitente. Mantuvo abierto los ojos como para cerciorarse de que no dormía, que todo era producto de la imaginación y la resolana. El siseo siguió insistente, trastornándolo. Quiso aguantar un poco más la tentación de voltear, pero ésta lo ganó. Giró en media vuelta por donde el sonido provenía. Lo que vio casi lo derrumba.<o:p></o:p></span></em></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: large;"><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Una mujer desnuda, parada en el límite de la cerca, lo llamaba. Una cabellera negra y larga le bajaba hasta las caderas redondas, semiocultas entre los espinales. Con el sol, la piel blanca fulguraba<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>como las piedras lisas en medio del camino. Ella extendió los brazos en franca invitación. Él apenas lo percibió entre su asombro y el sopor. Sorprendido como estaba, Valentín de Dios cerró los ojos como para percatarse de que lo visto únicamente era el recuerdo del sueño anterior. Pero el siseo siguió hostigándolo. Lo oía como los quejidos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de una mujer en clímax. Oyó también el volar de las calandrias y el piar incesante que hacen al construir sus nidos. Eso creía, cuando abrió los ojos de nueva cuenta. Y entre la confusión y la somnolencia, dio el primer paso en busca de la mujer, que dejaba asomar por entre los bejucos, sus erguidos pechos.<o:p></o:p></span></em></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;"><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Rumbo a su encuentro con ella, Valentín de Dios sintió que su cuerpo se aflojaba y que la distancia se acortaba más y más. A casi un paso de la mujer, le pudo notar el nerviosismo de sus pezones, que relucían entre el ramal y la hojarasca. Él estiró sus manos, temblorosas ante el inminente roce. Clarito sintió cómo la fue acariciando, cómo le revoloteó los cabellos que se dejaron atrapar entre sus manos ásperas. Cuando la mujer le dio la espalda, Valentín de Dios conoció la suavidad de sus caderas en el arco de su entrepierna. Para ese instante su respiración comenzó su cabalgata brusca, intensa.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Aspiró el aroma de monte y perejiles, que ella le ofreció bajo la sombra de unos tamarindos. Y se grabó en la memoria, la sonoridad de su risa: sus quejidos como de gata en brama bajo la luna llena.<o:p></o:p></span></em></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><span style="font-size: large;"><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Valentín de Dios ignoró el tiempo que pasó al lado de la mujer. Tampoco se dio cuenta, si caminó alguna<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>distancia, pero el día que lo encontraron, apareció por los cerros que están al norte del poblado. Llegó sin huaraches y sin camisa, lleno de rasguños en el cuello y en el pecho, ardiente por una calentura que lo mantuvo en cama durante varios días.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Dicen que en sus últimos delirios, lo acompañó una sonrisa larga y dulce, que ni el padre Miguel pudo desbaratar con sus oraciones.<o:p></o:p></span></em></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;"><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Un día de esos, mientras duraba en cama, como a la media noche, don Emeterio dijo haber visto salir de la casa del enfermo a una mujer de cabellera larga y negra. Le llamo la atención por la túnica blanca que vestía. Caminaba a saltitos, como si en lugar de pisar la tierra, la sobrevolara. La pudo ver porque la luna esa noche estaba llenita, con una luz tan intensa que alumbraba todos los agujeros, hasta los del alma.<o:p></o:p></span></em></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-size: large;"><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">-“Verdad de Diosito lindo que no estaba borracho. Así como se los cuento, así la vi”. Les decía a los demás durante el velorio y los días por venir, como para que le creyeran la versión del acontecimiento sucedido en <st1:personname productid="La Blanca" w:st="on">La Blanca</st1:personname><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de aquel entonces.<o:p></o:p></span></em></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-outline-level: 1; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-outline-level: 1; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-outline-level: 1; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em> </em></span></div>
<div style="mso-element: footnote-list; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br clear="all" /><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span></em></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em></em></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em></em></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><em></em></span><br />
<hr size="1" style="text-align: left;" width="33%" />
<br /><br />
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1165987250721240548#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><em>[1]</em></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: large;"><em><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">El autor es Maestro en Filosofía. Escritor de cuentos y poeta. Profesor de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 305 en Coatzacoalcos. Nació en La Blanca, municipio de Santo Domingo Ingenio, Oaxaca.<o:p></o:p></span></span></em></span></div>
</div>
</div>
samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1165987250721240548.post-30648785854643034182009-06-15T12:48:00.000-07:002013-12-22T19:34:04.979-08:00HISTORIA FOTOGRAFICA DE LA BLANCA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh24_7xWrYbPr-W81nts2hV_CwSK_rIMw2G3yg-RKJPrzFkLHYHgSroUYEsSfPbPQogldsLhyphenhyphenY6vZcDeRSzaDKRmmDsUuFtCarozfpNw5hhzJXsQ_h_PLNO0NOyXE3eAjsgD1BboYZv8B8/s1600-h/casa+tipica+en+Cheguigo,la+blanca+oaxaca.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" border="0" height="408" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5347647281749552482" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh24_7xWrYbPr-W81nts2hV_CwSK_rIMw2G3yg-RKJPrzFkLHYHgSroUYEsSfPbPQogldsLhyphenhyphenY6vZcDeRSzaDKRmmDsUuFtCarozfpNw5hhzJXsQ_h_PLNO0NOyXE3eAjsgD1BboYZv8B8/s640/casa+tipica+en+Cheguigo,la+blanca+oaxaca.jpg" style="float: left; margin: 0px 10px 10px 0px;" width="640" /></a></div>
<br />
<br />
<div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">Casa típica en Cheguigo, La Blanca, municipio de Santo Domingo Ingenio, Oaxaca, en 1986. Dicha casa perteneció a mi madre, Flavia García Toledo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKgcqUjS9kXX8a7RfWdYbtX6dkhNjLO7PAGkPmc6FmiN84PJfGX38ec283EPDLMU4FZilF7Ol-fb415sQxyfIHHXpD81WUB-KyWj5IQ_eZS0U-94s3Rzxq4M_cJHdlDjTE0Vr03MFMc1w/s1600-h/escuela+secundaria+La+Blanca+Oaxaca.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" border="0" height="430" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5347646465420197314" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKgcqUjS9kXX8a7RfWdYbtX6dkhNjLO7PAGkPmc6FmiN84PJfGX38ec283EPDLMU4FZilF7Ol-fb415sQxyfIHHXpD81WUB-KyWj5IQ_eZS0U-94s3Rzxq4M_cJHdlDjTE0Vr03MFMc1w/s640/escuela+secundaria+La+Blanca+Oaxaca.jpg" style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" width="640" /></a></div>
<span style="font-size: large;"> La Escuela Secundaria en La Blanca, municipio de Santo Domingo Ingenio.</span><br />
<div>
<span style="font-size: large;"><br />
</span><br />
<br />
<br /></div>
<div>
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaWGYl_kP8SVzx-Cv4DaKm26qiadRYTdul51KUMKC8MXDsLLGJnTEDMM4TJhScvd7OvX-CU4ezV8RtEA3o8ERuJbgO5MXGDY-DQO3nf9ymrc9zQOROg_JZZlnvg879QiPvNtCRMe52fhY/s1600-h/caser%C3%ADo+La+Blanca,+oaxaca.jpg"><img alt="" border="0" height="480" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5347645587607823378" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaWGYl_kP8SVzx-Cv4DaKm26qiadRYTdul51KUMKC8MXDsLLGJnTEDMM4TJhScvd7OvX-CU4ezV8RtEA3o8ERuJbgO5MXGDY-DQO3nf9ymrc9zQOROg_JZZlnvg879QiPvNtCRMe52fhY/s640/caser%C3%ADo+La+Blanca,+oaxaca.jpg" style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" width="640" /></a><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Esta es una fotografía -tomada en 1986- del pueblo de La Blanca, municipio de Santo Domingo Ingenio, en el Estado de Oaxca. Se puede observar que todavía el pueblo no contaba con calles acondicionadas y bien trazadas. Hoy, el gobierno de Ulises Ruiz les mandó a pavimentar las calles a los blanqueños, pero no construyó el drenaje. ¡Lástima margarito¡</span></div>
</div>
<div>
<br />
<br />
<br /></div>
<div>
</div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<div>
</div>
</div>
</div>
</div>
samuel pérez garcíahttp://www.blogger.com/profile/17529358289338563227noreply@blogger.com2